En Tidal, aprovechamos la IA para proteger nuestros océanos y alimentar a la humanidad de forma sostenible.

Los productos del mar son una fuente primaria de proteínas para más de 3 mil millones de personas, pero el 90% de las reservas pesqueras mundiales están totalmente utilizadas o agotadas. Tidal se fundó en 2017 con un pequeño equipo deseoso de abordar el cambio climático y la crisis alimentaria mundial. El océano es un recurso crucial para abordar ambos desafíos, actuando como el mayor sumidero de carbono del mundo y proporcionando seguridad alimentaria esencial a miles de millones de personas.

Vimos la oportunidad de utilizar los recientes avances en tecnología de sensores y aprendizaje automático para mejorar los métodos de acuicultura. Desarrollamos un sistema de cámaras, sensores y herramientas de percepción automática que puede sobrevivir al duro entorno oceánico, brindando a los productores análisis e información en tiempo real sobre sus operaciones submarinas. Nuestro objetivo es continuar desarrollando tecnologías para brindar a la acuicultura, comenzando con el salmón y expandiendo su alcance a especies como el jurel, la trucha o la dorada, mayor visibilidad para una mayor productividad y sostenibilidad.

Las primeras pruebas del sistema Tidal se realizaron en una piscina infantil en X, the moonshot factory. A medida que nuestro sistema se volvió más sofisticado, llevamos prototipos a Noruega y Chile, para realizar pruebas exhaustivas, desde los fiordos protegidos en el Círculo Polar Ártico y patagonia Chilena,  hasta el océano abierto en el Mar del Norte.

Observamos 46 millones de peces, recopilamos 28 mil millones de puntos de datos para entrenar nuestros modelos de aprendizaje automático y trabajamos con piscicultores líderes en la industria, como Mowi, para mejorar nuestro hardware y software.

Hoy en día, el sistema Tidal puede monitorear continuamente a los peces mientras sobrevive a condiciones oceánicas adversas, como temperaturas gélidas, agua salada corrosiva y fuertes corrientes.

Nuestra visión de futuro se extiende más allá de los países nórdicos. Ya hemos expandido el uso de nuestro sistema para la acuicultura del salmón a todo el mundo. Además, los componentes tecnológicos que hemos desarrollado son totalmente adaptables y escalables, lo que, de cara al futuro, nos permitirá expandirnos a otras industrias oceánicas más allá de la alimentación azul, como el transporte azul, la energía azul y el carbono azul.